1- Poner la harina en un cuenco, añadir el azúcar y la mantequilla, mezclar hasta que se forme una textura arenosa. Aparte batir el huevo ligeramente y añadirle una cucharada de agua incorporarlo poco a poco a la harina hasta formar una masa, cuando esté todo integrado procurando no amasar, envolverla en un papel film y dejar reposar en frío mínimo 30 minutos.
2- Precalentar el horno a 210°. Poner en el fondo de un molde las dos terceras partes de mantequilla y espolvorear con las dos terceras partes del azúcar. Cortar las manzanas a la mitad , pelarlas y retirar el corazón.
3- Poner las medias manzanas de pie en el molde muy pegadas entre sí. y repartir por encima el resto de la mantequilla y el azúcar. Introducir en el horno y dejar hacerse unos 20 minutos hasta que el azúcar comience a caramelizarse.
4- Sacarlas del horno y colocar las medias manzanas de modo que quede la parte abierta para arriba. Meter el molde de nuevo al horno durante cinco minutos más para que las manzanas se comiencen a cocer.
5- Sobre una superficie plana espolvoreadas con azúcar glacé, estirar la masa quebrada con el rodillo hasta que tenga unos 3 m. de espesor, formar un círculo de 26 cm y cubrir la tarta, recortar los bordes sobrantes.
6- Volver a meterla al horno y dejar hacerse durante 20 minutos, hasta que la masa esté dorada. Dejar atemperar y desmoldar. Es una tarta que se toma templada o caliente.