1- Comenzamos mezclando la harina con el azúcar y la mantequilla hasta conseguir un textura arenosa, incorporamos la ralladura y la leche y mezclamos sin amasar. Hacemos una bola y la envolvemos en papel film, la reservamos una hora en el frigorífico.
2- Preparamos de 8 a 10 moldes según tamaño y los pintamos de mantequilla para después desmoldar con facilidad. Espolvoreamos una superficie plana con harina y estiramos la masa, con ayuda de un aro, cortamos círculos que cubrirán la base de los moldes y tiras rectangulares que cubrirán las paredes. Forramos el interior de los moldes y reservamos en el frigorífico. Precalentamos el horno a 180º.
3- Molemos finamente los frutos secos con un poco de azúcar, batimos los huevos con el resto del azúcar, añadimos el brandy y rellenamos hasta arriba los moldes. Metemos a hornear de 25 a 30 minutos. Cuando los sacamos del horno los dejamos reposer unos minutos y desmoldamos. Enfriamos sober rejilla. Los servimos espolvoreados de azúcar glacé y frutas rojas.