El aroma natural de la lavanda es suave y tranquilizador, muy apropiada para postres como esta crema que os proponemos. La lavanda la podéis tener en planta en una maceta o en el jardín en tierra, florece a finales de primavera y principios de verano. Si tenéis muchas flores y queréis conservarlas podéis meterlas en aceite o en azúcar, conseguiréis un azúcar perfumado para utilizar en cócteles, tés y preparaciones dulces. La crema la hemos acompañado también con picotas maduras maceradas en oporto.