1- Frotar las pechugas de pollo con el limón y trocear estas en cuatro partes. Dorar ligeramente a fuego medio bajo las pechugas en un fondo de aceite, añadir el perejil, el cilantro, el apio picados y las especias, cubrir con el caldo y cocer afuego medio hasta que el pollo esté blando. Sacar del caldo y reservar el pollo hasta que atempere tapado con un paño para que no se reseque.
2- Tener las cebollas cortadas en láminas finas y cocer en el caldo de haber hecho el pollo, la cebolla ha de quedar muy blanda. Cuando esté, se reserva escurriendola en un colador y el caldo tambien se reserva.
3- Batir los huevos y añadirlos al caldo caliente (el caldo reservado de hacer las cebollas), tienen que cocerse a fuego medio hasta que tengan cuerpo (similar a huevos revueltos). Cuando estén reservar en un colador.
4- Desmenuzar el pollo y mezclar con las cebollas y los huevos ambos bien escurridos. Freir las almendras en un fondo de aceite de oliva y triturarlas, dejar que enfríe el aceite y pintar con ella las láminas de brick.
5- Preparar la pastela, en este caso vamos a hacer cuatro pastelas individuales. Dar forma a la pastela de la siguiente manera, una de las láminas dividirla en cuatro partes, en el centro de una lámina entera poner la cuarta parte del relleno, cubrir con una parte de la lamina dividida en cuatro y sobre esta la cuarta parte de las almendras y espolvorear de azúcar glacé, envolver a modo de paquete con la lámina entera de modo que quede bien cubierta por la parte de abajo. Repetir con el resto de láminas.
6- Hornear de 10 a 15 minutos a 200º, los ultimos minutos darle la vuenta para que quede toda ella muy crujiente. Sacar del horno y espolvorear generosamente con azúcar glacé y un toque de canela. Servir.