1- Se comienza precalentando el horno a 180º. Pelar y retirar el corazón a las manzanas y trocear estas en dados grandes. Poner una sartén al fuego y añadir la mantequilla, cuando comience a fundirse incorporar las manzanas y el azúcar, saltearlas unos minutos a fuego medio, cuando estén ligeramente blandas, retirar del fuego e incorporar los arándanos. Repartir en recipientes individuales aptos para el horno, reservar.
2- Mientras se hacen las manzanas, preparar la masa del crumble, poner todos los ingredientes en un bol amplio, la mantequilla ha de estar fría y cortada en dados medianos y mezclar con las manos sin amasar hasta que nos quede una textura de pan rallado, poner sobre las manzanas cubriéndolas pero sin aplastar la masa.
3- Meter los recipientes en el horno y dejar hacerse de 20 a 30 minutos, la superficie ha de estar dorada y crujiente. Esta tarta conviene tomarla templada o a temperatura ambiente, pues fría no se aprecian tanto los sabores.