1- Calentar ligeramente los 60 g de agua hasta que esté tibia, añadir la levadura y mezclar con los 60 g de harina, amasar hasta formar una bola blanda y que no se pegue a las manos. Dejar reposar para que fermente hasta que doble su volumen.
2- En otro recipiente amplio hacer la masa principal mezclando todos los ingredientes, la mantequilla ha de estar reblandecida y el resto de los ingredientes a temperatura ambiente, añadir la bola fermentada anterior y amasar el conjunto 15 minutos aproximadamente. Reservar tapada en un lugar templado hasta que doble su volumen.
3- Sacar la masa del reposo y volver a amasar, se forma un rulo con la masa y se corta con cuchillo porciones de 50 gr aproximadamente, se bolean dándole forma redondeada y se colocan en una placa de horno cubierta de papel antiadherente. Disponerlos con varios centímetros de separación por todos sus lados, pues ha de crecer dos veces su volumen.
4- Tapar los bollos con un paño y dejar fermentar (crecer) hasta que doblen su volumen. Precalentar el horno a 200 grados. Pintar los bollos una vez crecidos con huevo batido, cocer en el horno de 12 a 15 minutos. Sacar del horno y dejar enfriar sobre rejilla, tapados con un paño. Salen unos diez suizos.