1- Moler o triturar en molinillo las semillas de cacao junto con las de cardamomo. Poner el agua a calentar, cuando hierva, retirar del fuego y añadir las semillas molidas y el azúcar, dejar reposar diez minutos, pasar por un colador y servir.
Las semillas de cacao tienen un sabor profundo, son amargas y mantecosas. El cardamomo le acompaña muy bien y se consigue un aroma muy original. En verano lo tomamos como bebida fría ligeramente endulzada.