Cuando llega la primavera con la subida de la temperatura, en los riachuelos y regatos aparecen los berros. Uno de mis hermanos Cayetano es un entusiasta de los berros y con una cesta y un par de tijeras nos encaminamos regato arriba en busca de esta delicatesen; hay que cogerlos en riachuelos donde el agua es cristalina y antes de que broten las flores. El sabor ligeramente picante y su textura crujiente son un disfrute primaveral.