1- Poner en un cazo al fuego el azúcar y las claras, remover hasta que el azúcar de disuelva, la temperatura de la mezcla ha de ser templada, de lo contrario las claras comenzarán a cuajarse.
2- Retirar del fuego y pasar a la batidora, batir hasta que el merengue endurezca y presente una textura brillante. Poner el merengue en una manga pastelera con boquilla rizada y distribuir los merengues sobre la bandeja. Hornear a 120º durante 60 minutos.
3- En diferentes cuencos poner las mermeladas al fuego con el jugo de limón, llevar a ebullición y pasar el contenido por un colador (así se elabora la glasa de mermelada con la que se cubren numerosos pasteles y tartas), cuando atempere la glasa, pasar la superficie de los merengues por ellas y listos para servir.